A estas horas todavía no se sabe con certeza si se va a jugar el partido de fútbol correspondiente a la jornada 14 de la Liga BBVA entre el Osasuna y en Barcelona, ya que el viaje, si no puede ser en avión, resultaría harto complicado para los catalanes, y Guardiola y todo el equipo blaugrana recuerdan el resultado de una expedición similar a Milán, por culpa de la erupción de un volcán. Así que a esperar tocan, hasta que se haga pública la decisión definitiva, que no debiera tardar mucho en saberse.
Entiendo que con este precedente tan cercano, los miembros del equipo catalán encargados de tomar la decisión tengan sus reparos en hacer este tipo de viaje, mezcla de AVE y autobús, pero hay que decir que el perjuicio para terceras partes y la pérdida de imagen del equipo sería grande. Para los aficionados, que pagan religiosamente su abono o que hayan pagado su entrada, supondría un desplante la idea que se baraja de no ir, no jugar y perder los tres puntos en liza. Quedarían los miembros del equipo catalán como unos señoritos que quieren tener siempre las cosas de cara y no creo que sea esa la imagen que se pretenda dar. Por otro lado las pérdidas económicas para televisiones, bares, casas de apuestas y demás elementos con intereses en el partido serían cuantiosas. Habrá que esperar a saber la solución tomada.
Ya en el plano deportivo se plantea un buen partido, intenso y duro por muchas razones: la primera es que el Barça nunca ha ganado la siguiente jornada de la liga española después de golear al Madrid. El equipo se relaja y pierde puntos, y esto este año puede salirle muy caro al conjunto entrenado por Pep Guardiola. La segunda razón es que Osasuna es el equipo que más jornadas lleva sin perder en su estadio: 12. Por algo será. Osasuna ha hecho de su campo un fortín que es muy difícil de asaltar. Las palabras de su centrocampista Soriano («que los jugadores del Barça sientan nuestros codos, nuestras rodillas, nuestras piernas…») apuntan en una dirección distinta a las de su entrenador: «no somos duros. Hemos ido al Bernabéu y las patadas las recibimos nosotros». Cierto es pero a medias: Osasuna es el equipo que más faltas comete como visitante, pero sólo el séptimo jugando como local.
A todo esto hay que sumar el estado del terreno de juego, completamente cubierto por la nieve ayer. Aunque los operarios del equipo navarro trabajaron a destajo para quitarla, muchas personas tienen sus reservas, pensando si ese es el escenario ideal para el desarrollo de partidos de fútbol.
En definitiva, mala suerte en todo para el Barcelona, pero en el deporte, como en la vida, hay que saber afrontar las dificultades de la mejor forma, y desde luego evitando el partido, no me parece ni mucho menos la más correcta.